Elian Ángel Josué León Quintero
El dibujo, plasmado en un papel, es la representación de su madre, una muñeca que encierra todas las emociones que él evidencia que ella ha experimentado durante tanto tiempo. Desde la alegría hasta el enojo, cada trazo refleja un fragmento del alma de su madre, un reflejo de su ser.
Elian recuerda claramente el día en que lo creó, en la calidez de la cocina de su casa en Venezuela. Junto a su madre y una tía compartieron momentos de risas y complicidad mientras disfrutaban de una taza de café. Fue entonces cuando decidió plasmar su amor y admiración por su madre en ese dibujo, adornándolo con corazones y un sincero «te amo».
Tenía entre 7 u 8 años cuando lo hizo y es grato tenerlo, aunque quien lo empacó fue su madre. Él volvió a verlo cuando llegó a Colombia y tomó un significado mayor puesto que al contemplarlo, ve a su madre y también el valor que ella le ha dado durante toda su vida, brindándole fuerzas y motivación para seguir adelante.
Cuando su madre le dijo que debían migrar, Elian al principio se rehusó. No quería dejar lo conocido por aventurarse en un camino que ninguno de los dos tenía claro cómo terminaría. Hoy, agradece estar en Colombia, pues encuentra nuevas oportunidades y un impulso constante para seguir adelante, gracias al amor y al apoyo incondicional de su madre.