Roxy Andreina Fernández González
Roxy Andreina Fernández González emprendió un viaje no solo geográfico sino también de crecimiento personal y profesional, con un bolso de peluquería como su fiel compañero. Este bolso, cargado de herramientas de estilismo y recuerdos valiosos, se convirtió en su aliado en el desafiante camino migratorio hacia la ciudad de Medellín. Más que un contenedor de objetos, el bolso simbolizó su deseo de prosperar en el mundo del estilismo y su resiliencia frente a las adversidades.
Durante su travesía desde Maracay, Estado Aragua, Roxy se enfrentó a desafíos que nunca pensó tener que experimentar, incluidos los peligros en la frontera y en la ciudad de Cúcuta, pero su espíritu indomable y su bolso testigo le permitieron no solo superar estas pruebas sino también brindar esperanza y belleza a aquellos que encontraba en el camino. A través de cortes de cabello y barba con aporte voluntario, aseguraba su sustento y dejaba una huella de generosidad y arte.
Roxy recuerda cómo su habilidad para cuidar de su propia apariencia con las herramientas de su bolso le daba fuerza y confianza, manteniendo su lema de que «primero ‘muerta’ que destruida». Ahora, en Medellín, el bolso sigue siendo un símbolo de su éxito y adaptabilidad, moviéndose de puerta en puerta y ayudándola a construir una clientela fiel de personas colombianas y venezolanas por igual. El carisma y talento de Roxy, junto con su bolso de peluquería, le han permitido enraizarse y florecer en su nueva ciudad.